Llevó al presidente Juan Bautista Soler ante los tribunales y estos dieron la razón al club desestimando la demanda presentada por el jugador. El equipo se hunde progresivamente en la Liga, y uno de los capitanes apartados, David Albelda, denuncia al club ante la justicia por entender que no se le permitía desempeñar su trabajo y reclamó una indemnización de 60 millones de euros, la cláusula de rescisión de su contrato.